Naranjas que saben a naranja

En salsa, con azúcar, bañadas de chocolate o algarroba, a bocaos…, hemos probado las naranjas de La Arroba y están viciosísimas. Se cultivan en el Parque Natural del Túria (Valencia) en su tiempo y con una filosofía firme: ofrecer naranjas y mandarinas de calidad. No me cansaré de decirlo, poder hablar directamente con las personas que cultivan y producen lo que comemos es la mejor manera de llevar las riendas de nuestro consumo y nuestra alimentación. El cultivo ecológico es todo aquel que los Comités de Agricultura Ecológica certifican como tal. Esta certificación se basa en limitar los abonos y plaguicidas que se pueden usar en dichos cultivos, permitiendo solo los de origen natural

Un sistema rentable solo para algunos: el despilfarro de alimentos

La información es importante, saber que se desperdician 20.000 kilos de tomates de aquí, mientras se están importando más tomates de otros países, como se mostraba en el documental, y saber que lo que alimenta no es la apariencia sino la calidad, puede hacer que mañana una persona decida escoger el tomate «feo» y así cada vez seamos más los que consumimos alimentos y no un escaparate de apariencias y colores destinado a recaudar beneficios sin importar la necesidad básica de alimento que todos tenemos.

Los titulares de Esther Vivas: Soberanía alimentaria

Lo que Esther Vivas llama piratería del s.XXI es la creciente privatización de tierras, sólo en África hay una extensión igual de grande que todo el estado francés, que multinacionales extranjeras explotan para producir alimentos destinados a la exportación, las políticas de liberalización comercial aplicadas desde los 70

Els titulars d´Esther Vivas: Sobirania alimentària

La fam a l´Àfrica es pot acabar apostant per la sobirania alimentària des d´una perspectiva internacionalista i solidària. Recuperant tant als països del sud com als del nord, la capacitat de deicidir en quines mans están l´agricultura i l´alimentació i procurant que estiguin en mans d´aquells que cuiden la terra i no dels que l´exploten.

En mi escuela había un patio con tierra

Hay quien no sabe de esta abundancia, porque sus abuelos ya forman parte de esas generaciones dedicadas a tratar de llegar a fin de mes a base de fichar en la oficina, en la fábrica o en el taller, los huertos de las escuelas, si los hay, ya no son de tierra y lo de irse de colonias con un profesorado saturado es cada vez menos viable.

Hay seres en este planeta, llamado tierra, que piensan que el tomate crece espontáneamente en una lata